Almudena Nuño González - Dermatóloga
Viaje a Kenia del 30 al 14 de Diciembre de 2016
Es difícil resumir en unas líneas todo lo que viví en mi viaje a Kenia. Comenzaré contando el proyecto. El propósito de las dos semanas que pasé allí era continuar el proyecto de Dermatología en Hospitales Públicos que habían comenzado Victorio Torres, Pedro Herranz Y Luis Pérez España el año anterior. La situación del país con respecto a la atención especializada en Hospitales es muy deficitaria; no disponen prácticamente de Dermatólogos por lo que existen unos “clinical officers” que son los que atienden la patología de piel. Los “clinical officers” que tratan la patología
cutánea, atienden también a enfermos con patología respiratoria; esto significa que los enfermos con tuberculosis y otras enfermedades respiratorias contagiosas están en la misma sala de espera que los pacientes con patología de piel. Eso provoca que muchos de los pacientes de dermatología no acudan a los Hospitales por riesgo de contagio y porque en muchas ocasiones el “clinical officer” no dispone de medios para ayudarlos. Para solucionar este problema la Asociación VIHDA creó una consulta sólo de Dermatología. Pedro y Luis dieron charlas de formación. Patrick fue la persona designada como “clinical officer” de dermatología para atender a los enfermos. Desde que él está, hay muchos más enfermos con atención dermatológica, pero no sólo eso, se ha creado un grupo de albinos que se reúnen todos los meses. Como mucha gente sabe, el albinismo es una enfermedad hereditaria que provoca que la piel no tenga pigmento. Por este motivo las personas africanas que lo sufren tienen la piel blanca; el tener la piel de este color les hace estar más desprotegidos frente al sol por lo que la mayoría de ellos va a padecer cáncer de piel. Y no sólo el problema lo tienen en la piel, también tienen multitud de problemas oftalmológicos. Pero uno de los problemas más importante de los albinos es el social; el tener la piel tan distinta provoca que en muchas ocasiones sean rechazados, tanto socialmente como laboralmente. Para esto se están realizando las reuniones mensuales además de proyectos para concienciar a la población, organizados por Victorio.
En esta situación fui yo a Maragua. Y ahora os voy a contar del proyecto pero también de la multitud de sentimientos que tuve durante el mismo. Una de las mejores cosas del viaje fue conocer a Victorio, me contó el apasionante proyecto de VIH y como habían conseguido instaurar el tratamiento antirretroviral para que los pacientes no desarrollaran SIDA en Kenia. Esto es un logro increíble que consiguió con el esfuerzo de años de sacrificio, y gracias a él y a la Asociación VIHDA multitud de pacientes tienen acceso a tratamiento para el VIH en los Hospitales Públicos. El “secreto” de su éxito es promover el proyecto con los médicos y demás sanitarios de la zona que trabajan en Hospitales Públicos. Consigue instaurar medidas que benefician a los pacientes pero no sólo eso, demuestra que dichas medidas son eficaces y consigue que las continúe el gobierno.
Siguiendo el mismo modelo se pretende mejorar la asistencia dermatológica. Para ello contamos con Patrick, nuestro “clinical officer” de dermatología como os he contado; durante mi estancia me dediqué a formarle. Atendimos a pacientes con patología cutánea; observamos cuál era la patología más frecuente y los diferentes tratamientos de los que disponíamos en la zona. Fui a las reuniones con los albinos y les revisé toda la piel a cada uno de ellos. Me encontré con que la mayoría de los adultos tenía lesiones malignas en la piel o premalignas y que los niños no estaban adecuadamente protegidos del sol. Se les facilita protección solar pero a veces no saben utilizarla porque en esos países la mayoría de la gente con la piel oscura no lo necesita. Fue muy duro ver cómo muchos de ellos sufrían por padecer tumores que en España operamos fácilmente en los Hospitales Públicos. Tras hablar con el director del Hospital de Maragua conseguimos permiso para operarles, y no sólo eso, sino que una patóloga, la Dra. Radia de Nairobi amiga de Victorio, analizara las muestras. Pero tuvimos la mala suerte de encontrarnos con una huelga de médicos al día siguiente. Fue durísimo, no sólo no pudimos operarlos, sino que tuvimos que ver cómo en las huelgas allí cierran los Hospitales y la gente suplica por un tratamiento en la puerta de los mismos.
El sentimiento en Kenia es que hace falta mucha ayuda. La Asociación VIHDA hace una labor increíble pero todo es inabarcable.
Afortunadamente se pudo operar a nuestros pacientes. Pasados unos meses la Asociación VIHDA ha conseguido que unos cirujanos de Murcia fueran en Julio de 2017 y han operado a todos y cada uno de ellos de los que presentaban cáncer de piel (además de muchas otras patologías). También se ha facilitado a todos los pacientes que presentaban lesiones premalignas tratamiento con cremas para eliminarlas y que no lleguen a desarrollar el cáncer. Esto sólo es el comienzo del proyecto, nos quedan muchos más hospitales, más “clinical officers” por formar y muchas más dificultades por superar.
¿A qué dificultades me refiero? Os he comentado algunas de los problemas con los que me encontré, pero sólo fueron una muestra de los problemas que resuelve la Asociación VIHDA día a día. Es muy duro llegar a un país nuevo, con diferente idioma, cultura y darte cuenta de que las necesidades sanitarias son las mismas pero que no disponen de los mismos medios que nosotros.
Patologías que en España solucionamos enseguida a los keniatas que sólo tienen acceso a la Sanidad Pública le puede costar meses-años en tratarlas y curarlas o simplemente pueden no tener acceso al tratamiento. Es increíble la sensación de ayudar a alguien que lleva esperando una ayuda así años. A la mayoría de los pacientes albinos nunca les había valorado un dermatólogo porque no tenían medios para pagar uno en la Sanidad Privada.
Y no sólo los pacientes albinos, personas con patología cutánea que precisaban un diagnóstico y unas pautas con el agradecimiento que las tomaban.
Pero no sólo necesitan ayuda en el ámbito médico, también en las condiciones en las que viven.
Citando a Victorio: ¿de qué nos sirve curarles si cuando vuelven a su casa debido a las condiciones se reinfectan? Para ello había allí un grupo de Ingenieros que se estaban encargando del agua. Un bien tan básico y que aquí ni valoramos, allí hay muchos poblados que carecen de ella. Una persona debe caminar 2 horas diarias para conseguir agua potable. Debido a esto muchas veces beben agua contaminada, por no hablar de lavarse.
Queda mucho por hacer en Maragua y en Kenia, pero afortunadamente la Asociación VIHDA se encarga de mejorar la situación. Lo hace con ayuda de gente local, como Peter, que funciona de enlace entre los locales y nuestra ONG. O Margaret, que cuida la casa, cocina para que los voluntarios podamos centrarnos en el trabajo. Y aprendí tantísimo de ellos; de la humildad y honradez de Peter. O de la alegría en medio de todas las penas de Margaret, recuerdo una conversación con ella un día que me dijo; si tengo un día malo o si no tengo para comprar pan, rezo y canto; y la alegría que Dios me da, me ayuda. Ahí pensé, cuánto tengo que aprender de ellos.
Y estaría escribiendo horas sobre Kenia, y eso que sólo estuve dos semanas. En mi viaje aprendí mucho, y tuve la suerte de ver lo verdaderamente importante. Y de eso se encarga la Asociación VIHDA, de que las personas que viven en África mejoren su situación. Me considero muy afortunada por haberles conocido, por la experiencia vivida, por la gente tan increíble que he conocido (de aquí y de allí), por haber podido colaborar y por poder continuar con el proyecto en el futuro.